El poder del toque
- Flora Healing
- 10 mar 2021
- 3 Min. de lectura

Es a través de nuestros sentidos que experimentamos el mundo, y si nos privamos de alguno de ellos, dejamos de explorar una de las dimensiones del sentir.
El tacto entrega protección. Es el primer sentido que se desarrolla, se percibe a través de la piel, el mayor órgano del cuerpo humano, y es muy importante para proporcionar sensación de seguridad y confort. La piel está llena de receptores y terminaciones nerviosas capaces de captar los más diversos estímulos, como sensaciones térmicas, vibraciones y texturas.
Además del calor y el frío, mediante el tacto también se identifican las sensaciones de cuidado, cariño, cercanía (y también la ausencia de estos afectos).
Sin el tacto, una persona podría quemarse al entrar en contacto con el fuego o con estructuras calientes, y sufrir los efectos del congelamiento de una parte de su cuerpo, si se sometiera a bajas temperaturas, ya que carecería de la señal de advertencia enviada a través de este sentido.
Otro punto relevante en relación con el tacto es el hecho de que a través de él nos sentimos acogidas, cuidadas, acariciadas, aunque también podemos sentir incomodidad, malestar e incluso repulsión.
El tacto es una modalidad del sistema sensorial somático, y se encarga de percibir el toque y todo lo que entra en contacto con nuestro cuerpo.
A lo largo de mi experiencia como terapeuta tántrica he dado cientos de masajes, y en este proceso la gran "herramienta" es el tacto. Es increíble lo que puede provocar un toque suave, sutil y sensible.
En el masaje sensitivo, por ejemplo, la ligereza del toque realizado con las yemas de los dedos es capaz de tocar profundamente a la persona que está dispuesta a pasar por el proceso. Esta sutileza del toque puede provocar una profunda relajación, y a menudo puede despertar recuerdos de sentimientos muy delicados.
Incluso, cuando se les da un toque suave a las personas endurecidas, rígidas y tensas, pueden entrar en un espacio de relajación; mi comprensión es que este estado es lo que provoca una apertura para sentir, ya que a las personas tensas y contraídas les resulta más difícil este proceso.
Una de las cosas que siempre me sorprende cuando atiendo personas, es el efecto que este tacto suave y afectuoso (realizado en estado de presencia) puede provocar en la persona que recibe el masaje, desde una profunda relajación, una liberación, una entrega, un estado meditativo, hasta el alivio de las tensiones musculares y la liberación de las emociones. Estos son los aspectos que hacen que valore tanto el trabajo con el toque.
Cuando las tensiones musculares se acumulan en el cuerpo durante mucho tiempo, impiden el libre flujo de la energía vital, y esta puede estancarse en distintas partes del cuerpo, reforzando la coraza muscular, descrita en las enseñanzas de W. Reich. Las corazas musculares son como mecanismos de defensa creados por el cuerpo en momentos de adversidad. En ellas, están contenidas memorias que aprisionan viejos sentimientos. Cuando estos sentimientos se liberan en las sesiones, los sentimientos fluyen con lágrimas, a veces con risas, otras veces con emociones de ira, tristeza, alegría profunda o estados de compasión.
Cuando estos sentimientos se expresan, abren espacios enormes y dan paso a percepciones que conducen a importantes transformaciones en los comportamientos de las personas. Entonces, la energía que antes se consumía para mantener estos sentimientos aprisionados pasa a estar disponible para que la persona realice acciones productivas.
¡Con o sin técnica, el tacto puede ser muy sanador!
Basta con recordar un abrazo cálido y sostenido de alguien que te contuvo en un momento en que lo necesitabas, o recordar el regazo que te acogió cuando eras pequeña.
Algunos estudios afirman que, en la especie humana, las primeras percepciones de la realidad exterior que experimenta un bebé se dan a través de la piel, cuyos estímulos cutáneos requieren ser calmantes, reconfortantes y agradables para que pueda tener un desarrollo saludable. De ahí la importancia de tocar a los niños con cariño.
Te invito a que descubras formas de explorar más el sentido del tacto. Experimenta el darte un toque amoroso y acogedor a ti misma cada vez que te detengas delante del espejo, hazte un automasaje, busca nuevas texturas de tejidos que ofrezcan más confort a tu cuerpo, encuentra formas de cuidar y nutrir tu piel.
Siento que poniendo amor y respeto en nuestro contacto, podemos hacer "milagros"... Recordando que también nos "toca" el tocar a los demás.
Marild Gasha
Colab de la Terapeuta Tántrica Corporal @antargashatantra , con más de 15 años de experiencia en el área terapéutica.
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